Bajo un marco incomparable -el Roque Cano- se sitúa esta hoguera. Un camino de “linternas” se abre paso como si guiara al Santo a tocar ese fuego. Un barrio que rebosa tradición y que reviste a su hoguera de fuerza y belleza. Cuando San Juan comienza su procesión y mira para el Roque sabe que el triángulo de hogueras ha comenzado y que, en Vallehermoso, él es el centro de todas las miradas.
Una vez entonadas las oraciones correspondientes, las chácaras y tambores acompañan a la imagen hasta el final de la Calle Triana, donde realizará su segundo descanso. Una vez aquí, es la hoguera de La Ladera la que muestra su devoción al Santo con el encendido y la correspondiente exhibición pirotécnica.
Desde Triana, San Juan junto a su séquito de tocadores, bailadores y fieles, seguirá discurriendo sobre sus pasos para, atravesando Triana y Calle Mayor, llegar al barrio de Los Rosales. Última parada y descanso de la comitiva para presenciar el fuego que este barrio ofrece iluminando la montaña de Tamahuche.